09 de enero 08, miércoles.
Sigue el maldito calor. Fui a correr, logré salir bastante temprano, a las 10 a.m. (no olvidarse que las 10 a.m. son las 9 a.m. hora solar). Igual volví hecha una sopa. Peor que el lunes, que hubo 36°, esta mañana eran 32° pero debía de haber muuuucha humedad – escribo muchas u y el Word me corrige sin preguntarme nada, tremendo atrevimiento, se cree que sabe más que yo. Hay que estar pendiente de cada palabra porque por ahí le suena que es otra y la cambia sin previo aviso. Hummm. Uuuuuuuuuuu. Eeeeeeeeeee. Prrrrrrrrrrrrr. Acá no cambió nada, tengo que encontrar el sistema que le pusieron sobre cuando cambiar y cuando no. Cuaaaando. Tampoco corrigió. Será aleatorio? O simplemente a algunas palabras que al programador se le ocurrió que debían corregirse si tenían muchas letras. Acá cambió: yo escribí muuuuuchaaaaaas. Para que se quede así tengo que volver atrás y corregirla –primero darme cuenta, porque si estoy escribiendo sin releer se me pasa- y eeencima la marca como con error. Un horror. Muchas se escribe muchas y tá. Eeeencima puede escribirse eeeencima.
Fin del análisis. Sin respuestas. Un fracaso. Decisión importante: leer lo que se escribió antes de publicar porque Word agrega faltas.
Pero algo liiiiindo –las iiiii en lindo se puede- es que terminé de editar el video para femlink. Mañana trabajo en el audio. Estoy feliiiiiiiz. Las iiiii en feliz también se puede.
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