Diluvió, salió el sol, diluvió, salió el sol, diluvióooooooooooo. Mis cuerdas estaban llenas de ropa lavada secándose al sol. Se secó, se mojó, se secó, se mojó, se secó….
Julio durmió terrible siesta y yo me enganché en todas las películas boludas que pasaron. Uy me encanta mirar película boludas, de buenos y malos, donde ganan los buenos y los malos reciben su justo castigo: o la muerte, o la cadena perpetua, o unas buenas patadas en el culo. Lo que sea: un castigo a su fealdad y a su maldad. Y los buenos son felices tal como se lo merecen por ser lindos y buenos.
Etiquetas: febrero
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