De mañana llovió, paró, llovió, paró, llovió, paró, llovió, paró y nunca fui a correr ni a caminar. Ju llegó bastante temprano y pese al día lluvioso, en la tarde estuvo lindo. Vino Don Zoilo, el jardinero y me quedé en casa, hice un budín de queso, almorcé a las 3 de las tarde. Me ocupé de regar y trabajé en la compu. Cuando llegó Ju le propuse caminar por la playa e ir a ver a Salvador, pensé que la caminata nos iba a dar calor y nos darían ganas de bañarnos. Pero no, nada de calor, el viento arreció y se sintió más frío. Bué, pero la caminata estuvo buena y Salva muy gracioso. Y el atardecer un espectáculo.
Etiquetas: febrero
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