Salí de Montevideo 5:45 am y dormí en el bus hasta llegar a Rivera. Un viaje tranquilo. Fui a lo de María, charlamos, desayunamos, charlamos, charlamos, y a eso de las tres me fui a encontrar con María Luisa para que me presentara al sobrino, Rafael, que era quien iba a hacer la cámara. Salimos a recorrer Livramento y Rivera, Andradas y Sarandí, la Plaza Internacional. Estuvo bueno y divertido. La reacción de la gente es siempre inesperada. Algunos se sienten atacados, otros se divierten (la mayoría) otros tienen miedo de que quieras venderles algo.

Cuando terminé volví a lo de María a bajar el material a la compu y no me daba la cabeza para ponerme a editar, ya eran como las nueve de la noche y solamente tenía ganas de comer algo y beber uma cervejinha bein gelada. En Rivera hacía mucho calor, como siempre. Fuimos al Uruguay-Brasil, para rememorar viejas costumbres y justo pasaron Ana y José, que se sentaron con nosotras un rato.

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