Después a llevar el fusca al taller fui a la dentista, y volví al centro caminando, desde los alrededores del Palacio Legislativo. Tenía que pasar de nuevo por el consultorio y me sobraba tiempo, la tarde estaba soleada, super especial para una caminata. Además es una zona por la que voy poco, y generalmente de pasada, en auto, nunca había caminado por ahí. Desde el Centro, me fui a casa también caminando; hice unos registros sin elegir demasiado, salvo el del Restaurante Palermo, al que quiero ir una noche tibia a cenar y sentarme a una de las mesitas de la vereda. Así que acá va un registro de una parte de Montevideo, un camino arbitrario, una tarde de otoño.
Etiquetas: abril
Suscribirse a
Entradas [Atom]