Vueltas y papeleos, impresiones fotocopias, Ciudad Vieja. Suerte que guardé los recibos, yo, que siempre pierdo todo. Por fin, terminé. Entregué la carta a la secretaria que me dijo que la llamara en 2 días. Amable y amorosa.
Fue una tarde extraña; arriba, el cielo celeste, y hacia el sur, una nube o niebla sobre el mar que cubría el horizonte. Espero que la niebla no sea una premonición, un signo que me mandan mis amigas las brujas para que no confíe.
Etiquetas: julio
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