Fui a correr. Otra vez me olvidé de llevar la cámara. Quiero sacar la foto del lugar vacío. A la vuelta, pensé en ir y sacar las fotografías. Empecé a buscar la cámara y... no estaba!! La busqué como desaforada, saqué toda la ropa de mi placard (que era un nudo infernal de buzos, pantalones, medias, ropa interior, collares, bufandas, pañoletas y todo lo que pueda imaginar menos la cámara), doblé toda la ropa, con la esperanza de que habiendo orden podría encontrarla por ahí. Atomicé a Sofi con llamadas y mensajes de texto con la esperanza de que se la hubiera llevado sin avisarme (cosa que no hace, mais...). hasta que acepté la cruel verdad: mi cámara nuevecita, que me regaló Ju cuando fuimos a POA, fué. No sé cómo, porque pese a mi desorden caótico, hace 4 años que ando con una cámara encima y nunca perdí ninguna. Buá. Me rompí la cabeza pensando cuándo fue la última vez que la vi, y creo que fue el lunes. Después de ese día , cada vez que la buscaba para sacar alguna foto, pensé que me la había olvidado en casa, y que por eso no estaba en mi cartera. Buá. Y ahora basta. El ladrón que se la guardó va a vivir con ese karma. ¿A qué pena lo destinaría Dante? Pienso en otra cosa. Tengo amor, salud, belleza jeje, alimentos y... alguien a quién pedirle una cámara prestada!!!!!

Etiquetas: octubre

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