Ju se levantó super temprano, fue a buscar la camioneta de Ro, cargó los mosquiteros y me vino a buscar. Yo, re-perdida en algún sueño lindo, sin ganas de levantarme, ni de abrir los ojos, solamente pensaba en dormir, dormir, dormir. Con un gran esfuerzo me levanté y me subí a la camioneta, le cebé tres mates y me quedé frita. Cuando llegamos a Sta Lu, me desperté. Como una autómata, caminé hasta el dormitorio, me tiré sobre la cama y dormí hasta el mediodía. Hacía un calor impresionante, peor que en pleno verano. Fuimos a la playa solamente a meternos un rato en el agua fresca. Placer.
Etiquetas: diciembre
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