¡Cumple de mamiiiiiiiiiiiiiiiiii!
Fuimos a almorzar a Piriápolis, nadie puede tener ganas de cocinar en medio de las fiestas. Comimos y bebimos. Brindamos. Un calor de locos. Aunque faltaron muchos, éramos unos cuantos. Eso es parte de lo bueno de tener una familia graaaaaande: aunque falten algunos, siempre somos muchos.
Etiquetas: diciembre
Suscribirse a
Entradas [Atom]